Entrevista a Irina Tejera
Comenzamos una nueva sección en 3COM Squad con una entrevista a Irina Tejera, una runner de 30 años, con la que pasamos un rato realmente agradable. Estas fueron sus palabras:
¿Cómo es un día en tu vida?
De lo más ajetreado. Le faltan horas a mis días, como a la de todos nosotros supongo. Me suelo levantar a las 6:30 de la mañana y lo primero que hago casi sin abrir aún los ojos es ponerles las correas a Coco y a Fresa (mis dos hijos peludos). Los paseo, vuelvo a casa, me aseo, me visto, desayuno y sobre las 7:28 a.m (si no salgo a esa hora se me escapa la guagua) voy dirección al trabajo. Termino de trabajar a las 16:30 y suelo llegar a casa sobre las 17:00.
De nuevo saco a Coco y a Fresa, meriendo, hago las cosas de la casa que haya que hacer o recados varios y me voy a entrenar. Suelo terminar mis días bastante tarde. Me ducho, me hago la cena, vuelta a sacar a los perros y a descansar para el día siguiente. Entre semana no tengo mucho tiempo para la vida social pero siempre intento sacar un hueco y hacer peripecias para cuidar de los míos y que cuiden de mí.
¿Qué te impulso hacer deporte en tu vida?
Como dice mi padre “He pagado todas las matrículas por haber y por habido de todos los gimnasios de la islas” (risas). Siempre he estado vinculada al ejercicio físico de alguna forma u otra pero nunca “al nivel” de estos últimos años.
El mayor impulso me llegó cuando en rutas de senderismo donde acompañaba a mi padre, descubrí la montaña. Y con ella una conexión especial y en un amor de esos que no se olvidan. Sentí su magia, su paz, su silencio y me inicié en el maravilloso mundo del trail.
Desde pequeña lo típico que te apuntas a clases de baile, vas al gimnasio para mantenerte un poco en forma, actividades por doquier, incluso llegué a estar en clases de Karate, Judo y Kung Fu (sí a lo panda). Pero nunca me había tomado una disciplina “tan en serio” como esta. Y menos correr, que yo hasta hace dos años era incapaz de correr en llano más de cinco minutos de reloj. Y no es broma.
¿Por qué actualmente la montaña?
Porque en ella he descubierto un estilo de vida que me encanta. Que me hace feliz, que me evade de los problemas. Es la mejor terapia que he conocido hasta ahora y aunque en ocasiones sufro muchísimo, aún las cosas buenas superan con creces el sacrificio que conlleva correr por montaña.
También porque he descubierto a una Irina más madura, porque cambiar los tacones por unas cómodas zapatillas ha sido de las mejores decisiones que he tomado en mi vida y porque como dije antes, yo era incapaz de correr más de cinco minutos de reloj y ahora lo hago por lugares inimaginables.
¿Cómo ha ido tu temporada hasta ahora y que esperas de aquí a final de año?
Pues este año tuvo lugar un acontecimiento muy importante para mí. Hice mi primera ultra, La Trasnvulcania 2015. Jamás pude imaginar que podría llegar a recorrer esa distancia. Quise rendirme muchas veces, tirar la toalla pero gracias al apoyo de los míos y la capacidad de sufrimiento que llevo dentro que desconocía pude llegar a esa ansiada meta.
Tengo mucho que mejorar y pulir. Y lo primero es creer que puedo. El resto ya viene solo y habrá días donde estés mejor o no tan mejor físicamente. Pero una buena cabeza en esto de la montaña es fundamental. Y ese, es el más duro de mis entrenamientos.
¿Cómo fue el momento en el que decidiste dar el salto a ultra?
Llevaba tiempo con esa idea en la cabeza hasta que llegó el momento y me armé de locura. Porque algo loco hay que estar para hacer esto.
¿No temes llevar tu cuerpo al límite?
Creo que nunca lo he llevado por mis miedos. Suelo ser muy prudente y en este tiempo he aprendido a escuchar a mi cuerpo. A veces es difícil no confundirlo con esa vocecita que nos tienda a parar pero creo que es importante mimarnos, llevar un plan de entrenamiento adecuado, una correcta alimentación, descansar y hacer esto con cabeza. Con mucha cabeza.
¿Qué carrera a día de hoy ha sido la que más te ha gustado? ¿y la que menos?
Pues posiblemente La Transvulcania 2015 en partes iguales. Me dio y me quitó mucho al mismo tiempo.
¿Cuántas horas dedicas a entrenar? ¿Tienes entrenador? ¿Compaginas bien tu vida con los entrenos?
Actualmente he bajado mucho el ritmo de entrenamientos por varias razones y hace quince días retomé nuevamente el vuelo. Pero cuando mejor me he sentido podía entrenar una media de dos horas al día entre semana más las tiradas largas a montaña los fines de semana que es cuando único puedo salir al monte.
Para mí supone un sacrificio porque la preparación previa a una carrera de montaña requiere de mucho tiempo y constancia. Al menos en mi caso que no vengo del mundo de la competición y como digo siempre, soy una persona que encontró en este deporte un estilo de vida más allá de una marca. Renuncio a ciertas cosas de mi día a día para poder entrenar lo mejor que puedo y llegar a una carrera con la seguridad de que podré terminarla. Nunca he entrenado para competir. De hecho no sé competir y disfruto muchísimo más en los entrenamientos o en las salidas con mis compañeros que cuando me coloco un dorsal. Los nervios y la poca seguridad en mí como corredora aún me traicionan. Pero como dije antes, es el entrenamiento más difícil en el que estoy trabajando y por eso creo que me gusta tanto la montaña porque pongo al límite mis miedos e intento superarme en cada carrera. En cada kilómetro.
¿Qué te parece el “boom” del trail?
Me gusta que la gente disfrute, que se apasione y que encuentre en la montaña un modo de vida saludable. He conocido historias de superación increíbles y a mi modo de sentir y verlo merece el mismo respeto el que hace esto por propio reto personal hasta el profesional. Al final todos somos personas y en mayor o menor medida a todos nos cuesta lo nuestro “subir una montaña” y alcanzar la meta.
Lo que no me gusta es el mal compañerismo y la competición insana. Pero como en la vida misma que tiene que haber de todo.
¿Crees que las cosas se están haciendo bien?
Supongo que como en todo se podrían mejorar. Creo que lo importante es que cada uno sea honesto consigo mismo y que sigamos disfrutando de lo que más nos gusta: la montaña. Y si es en buena compañía mejor que mejor. Sin duda y como digo siempre, lo mejor de la montaña es su gente.
SPRINT FINAL:
Una afición: Correr por montaña, escribir, leer y aprender todo lo que puedo cada día.
Un lugar: Cualquier montaña. Allá arriba respirar no duele
Una comida: Quinoa con batata dulce, humus y aguacate.
Un recuerdo: Tengo miles, imposible decir uno solo. Lo siento.
Entrevista realizada por Alexis Suárez.