Recuerdos de mi primera carrera de obstáculos tipo en Diciembre de 2014, la Bestial Race. El inicio de una aventura que hasta el día de hoy continúa acelerando mis pulsaciones cada vez que me pongo bajo el arco de salida y el crono empieza a contar.
Aquel día la incertidumbre de desconocer cómo iba a ser dicha prueba, lo que me iba a encontrar en medio del recorrido, la dificultad, forma o duración de los diferentes obstáculos eran una enorme incógnita. Esos nervios que sentía antes de colocarme en la salida se convertirían en una explosión de adrenalina al llegar el crono a cero y salir a toda velocidad hacia lo desconocido.
Durante la prueba me encontré con una gran variedad de obstáculos en los que no sólo debía utilizar la fuerza, sino la agilidad, equilibrio y la velocidad para superarlos de forma eficiente y lo más rápido posible. Desde zanjas repletas de barro con alambres por encima que te obligaban a reptar lo más agachado posible, muros que escalar, cargas a desplazar,… hasta una zona de tiro al blanco, pasando por un recorrido que mezclaba las zonas de carrera en asfalto con zonas de tierra.
Una combinación que me logró enamorar y empujar a seguir realizando pruebas de obstáculos incluso a nivel nacional, por ahora, pero con muchos proyectos en mente y que además me abriría las puertas hacia el mundillo del trail running.
Ansioso de que lleguen más carreras de obstáculos para volver a tener esa sensación bajo el arco de salida y poder disfrutar de estas maravillosa carreras.
A seguir sumando experiencias y disfrutando de lo que me hace sentir vivo. Buscar el siguiente reto porque, como me gusta decir…busca tus propios límites…y ¡¡¡supéralos!!!.
